Beatriz y Jorge se dieron el “Sí, quiero” en una boda al aire libre en los jardines del Castillo Bonavía, el 23 de Junio de 2018. Una ceremonia civil preciosa y muy emotiva.
Un sueño hecho realidad
Se conocieron cuando ambos tenían 15 años y no se han separado desde entonces…
Tras 11 años juntos y una guapísima hija, decidieron casarse en el lugar de sus sueños, ¡el Castillo Bonavía!.
Beatriz nos cuenta que siempre han tenido muy claro que si algún día se casaban sería en el Castillo: “cuando teníamos 16 años, pasábamos con la moto por el castillo de Bonavia y dijimos, cuando seamos mayores nos casaremos ahí”.
Una romántica pedida a la orilla del mar
Tras planear un viaje a Valencia, Jorge decidió darle una sorpresa a Beatriz organizándole una romántica cena a la orilla del mar. Fue entonces cuando se lanzó y le pidió que se casara con él.
Una boda al aire libre
Los novios siempre han tenido presente que su boda tenía que reflejar el carácter de ambos, por lo que organizaron una boda fresca y divertida, donde los invitados se sintieran a gusto y pudieran participar.
Detalles con corazón…¡y mucho más!
Los detalles para regalar a los invitados siempre dan mucho que pensar a los novios, por ser a veces, poco prácticos, o porque se olvidan… Así que decidieron buscar un fin más altruista y donar ese presupuesto a la Asociación Española Contra el Cáncer.
Aunque no faltaron una deliciosa Candy bar y un divertido photocall para los invitados, y también: ¡unos prácticos “cubretacones” para el césped y originales “Pai pais” para la ceremonia!
El momento más especial y los más emotivos
Sin duda, fue cuando la novia le dió un ramo igual que el de ella a su hija…
Aunque como siempre sucede, una boda está repleta de momentos especiales y emotivos, entre los que es difícil decidir: durante la lectura en la ceremonia de los amigos más cercanos; durante la entrada al restaurante; los divertidos bailes improvisados durante el banquete, entre plato y plato ó en el momento del baile después del banquete en los jardines del Castillo.
Un menú para recordar
- Aperitivos de bienvenida en los jardines
- Turbante de lenguado relleno de gambas y langostinos en salsa de boletus
- Sorbete de mandarina al vozka negro
- Costillar de Ternaco D.O. Aragón relleno de setas
- Amor a la italiana y chessecake helado
Beatriz nos cuenta: “Todos los platos gustaron mucho, la gente repetía y todos salieron encantados”
Deja tu comentario