La llegada de la pandemia por Covid-19 hizo saltar por los aires los planes de boda de muchas parejas que veían en la primavera del 2020 la fecha ideal para celebrar su boda. Pero no pudo ser. Han tenido que pasar casi 4 meses para que podamos celebrar la primera boda tras el estado de alarma y poder seguir adelante con nuestros planes de futuro.
La pandemia por Covid19 y la desescalada nos cogió por sorpresa a tod@s. Ya os imaginaréis que entre los meses de primavera y verano, se concentran gran parte de los enlaces en nuestro país. El buen tiempo suele ser el factor determinante y en nuestro país alrededor de 170.000 bodas se celebraron sólo en este periodo el año pasado (fuente INE). Por lo que ha sido especialmente duro para este sector, donde tanto novios como empresas y autónomos lo han sufrido especialmente.
Pero no todo son malas noticias, ¿sabíais que la mayor parte de las bodas planificadas durante el estado de alarma no se han cancelado, sino que han sido pospuestas para unos meses más adelante? Así es. La posibilidad de que no pudieran asistir aquellos invitados que residen en otras provincias, y la tan esperada vuelta a la ‘nueva normalidad’ con la adopción de las medidas de seguridad necesarias han sido determinantes para posibilitar que el sueño de muchas parejas se hiciera realidad.
La primera boda tras el estado de alarma y el confinamiento
Por fín han llegado las primeras bodas en la ‘nueva normalidad’. Bodas que transmiten aún mayor ilusión si cabe y grandes esperanzas. Y así ha sido con la primera pareja que se ha dado el ‘Sí, quiero’ tras este parón, con la boda de Patricia y Luis (y de la que más adelante hablaremos en un reportaje especial).
‘El que la sigue la consigue’ dice el refrán, y ‘todo llega’, así les ha pasado a la primera pareja que ha conseguido casarse tras el estado de alarma (confinamiento y desescalada incluída) el pasado 26 de Junio: Patricia y Luis.
Y es que podríamos decir que esta pareja ha sido muy afortunada, porque han conseguido llevar a cabo su sueño con salud ¡y sin tener que renunciar a nada!: ni fecha (por cierto, muy bonita), ni invitados.
Una suerte que queríamos compartir, porque no todo son malas noticias, ni ‘baches’ en el camino, y de la que nos alegramos enormemente todo el equipo del Castillo Bonavía♥
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