Toda historia de amor tiene un comienzo y para Coral y David ocurrió hace algo más de 5 años. Pero fue hace año y medio cuando se lanzaron a planificar la boda, ¡después de una romántica pedida de mano! Te contamos todos los detalles de la romántica y moderna boda de esta pareja
Todo comenzó con un sí
David se declaró a Coral durante una escapada romántica a la playa. El mar, la arena, el sol y un entorno natural idílico para asegurarse el rotundo y prometedor “Sí” de la novia. Todo estaba pensado y no podía haber mejor escenario para ello…
Un precioso jardín para una boda inolvidable
Coral y David se dieron el ‘Sí, quiero’ el 28 de Julio de 2018 en Castillo Bonavía.
En una boda elegir el lugar donde se lleve a cabo es una de las cuestiones más importantes. Para los novios fue primordial contar con buenas referencias acerca del lugar, que éste contara con unos preciosos jardines donde poder oficiar una bonita boda civil y que además, dispusiera de grandes y exclusivos salones para la posterior celebración del banquete. Tres argumentos de peso que fueron decisivos para los novios.
3 grandes momentos para no olvidar
Lo que nunca se olvida son sin duda, los momentos que hacen que una boda sea única.
Para Coral y David su boda vino marcada por 3 grandes momentos:
- Su entrada al jardín donde se celebraba la ceremonia
- Las emotivas lecturas de amigos y familiares
- La entrada de ambos en el salón antes del banquete, viendo a sus invitados bailando y animando el momento
Su sello personal en cada detalle
Los novios querían plasmar su estilo personal en cada detalle, así que decidieron diseñar sus propias invitaciones para que fueran únicas. Donde añadieron un pequeño calendario con la fecha de la boda señalada para que ningún invitado despistado pasara por alto el día de la celebración.
Incluyeron unos originales meseros con los nombres de sus diferentes grupos de amigos y también como guiño a su tierra, el nombre de los pueblos de la comarca. Tampoco se olvidaron de la decoración e incluyeron en la entrada de los jardines un cartel de bienvenida y letras decoradas también por los novios que se habían distribuido por todo el jardín. Ni de aquellos seres queridos que ya no estaban y a los que dedicaron un emotivo cartel que los recordaba. Además, en los salones colocaron mariposas blancas decorativas, donde dedicaron unas palabras de agradecimiento a sus invitados.
No faltaron tampoco detalles y regalos para todos ellos: cañones de serpentina; pomperos; cubretacones y pai-pai para las invitadas; rosas blancas y rojas para tías y primas; ramos de chupa-chups para las novias de sus amigos; botellitas de vino, aceite y vinagre como obsequio para invitados e invitadas; y los regalos para los familiares más allegados, un viaje y el ramo de novia para la hermana de Coral, ramos de flores y un lienzo para las madres de los novios y elegantes relojes para los padres.
Y para el momento del baile…
Las bengalas iluminando el momento del baile, anunciaban una gran noche…
Los momentos más divertidos se inmortalizaron con un fotomatón con el que cada invitado se podía llevar su propia foto de recuerdo y un divertido photocall personalizado.
Y no podían faltar para poner el broche final: una deliciosa candy bar y original recena americana.
En definitiva, un día inolvidable, una moderna y divertida boda que quedará en el recuerdo de novios e invitados.
Fotografía: Esther Casas
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